Tener una sonrisa bonita, limpia y blanca no es sólo cuestión de estética, es mucho más. El primer contacto que tenemos con los alimentos es cuando mordemos y trituramos con la comida, a partir de ahí todo un proceso complejo comienza a desarrollarse en nuestro organismo, por lo tanto la boca es la principal puerta de entrada de bacterias a nuestro organismo.
Una boca sana implica un cuerpo más sano, muchas enfermedades pueden depender del estado de nuestros dientes, para ello aconsejamos que se use un irrigador bucal para así profundizar más en la limpieza bucal, ahora te explicaremos cuales son sus beneficios y como usarlo.
Pero si quieres saber que es y para que sirve pinche aquí.
Índice del artículo
Beneficios de utilizar los Irrigadores Bucales

En este caso, hablaremos de los beneficios en cuanto al tratamiento. Las pulsaciones de agua a presión irán desprendiendo progresivamente las distintas capas de placa hasta que no quede nada.
Al reducir el nivel de la placa bacteriana, reducimos también el riesgo de sufrir caries.
- Previene las inflamaciones: Como hemos comentado ya, la facilidad con la que llegan a las zonas de difícil acceso hacen que sea un elemento ya imprescindible para una buena higiene bucal.
- Reduce la placa: Los riesgo de sufrir sarro o caries se minimizan utilizando este sistema de limpieza.
- Acaba con el mal aliento: Al eliminar los restos interdentales, evitamos el mal olor, añadiendo una sensación más fresca a la boca.
- Tienen la capacidad de hacer desaparecer las manchas de los dientes provocadas por malos hábitos como el tabaco o el alcohol.
- El agua será la única que nos toque en la irrigación bucal, evitando de esta manera, que se produzcan sangrados e inflamación en las encías.
- La mejor manera de mantener sana nuestra dentadura si utilizamos brackets o cualquier otro tratamiento de ortodoncia, ideal para utilizar sobre implantes y piezas con corona.
- Sensación de limpieza y frescor.
Si le interesa aquí puede saber cuales son los mejores irrigadores bucales.
Cómo debemos cuidar los dientes

Para mantener los dientes en perfectas condiciones, debemos cepillarnos los dientes, al menos, dos veces al día, con un cepillo adecuado tenemos que cambiar cada 3-6 meses. La pasta de dientes debe contener entre 1.500 ppm – 2.000 ppm de flúor. Una vez terminado el cepillado, escupimos el resto de pasta, evitando enjuagarnos con agua.
Después con hilo dental, nos aseguraremos de eliminar restos que hayan podido quedar entre los dientes de esta manera limpiamos la zona interdental. Por último debemos rodear el diente por la parte de las encías para proceder, con suaves movimientos horizontales, a eliminar restos que el cepillo haya dejado bajo las encías y los restos de placa que hayan podido acumularse.
Por último un enjuague bucal será suficiente para dar mayor frescor a nuestra sonrisa, añadiendo protección a la dentadura.
Hoy en día, no hace falta que recurramos al hilo dental, que por otra parte, debemos utilizarlo correctamente de lo contrario puede provocarnos más daño que beneficio. Existe un sistema cuya eficacia ha sido testada durante mucho tiempo, pues es y ha sido uno de los instrumentos más utilizados por los odontólogos y que ahora está disponible para nuestro uso particular.
Estamos hablando de los irrigadores bucales, Unos pequeños aparatos que realizan la misma función que el hilo dental pero de manera más sofisticada y totalmente indolora. Por medio de chorros de agua a presión, se consigue extraer el 99,5% de la placa y casi el 100% de los restos interdentales, las cifras los avalan y la respuesta de los usuarios también.
Aquí le dejamos este enlace que también le podría interesar que usar mejor si irrigadores bucales o hilo dental y por supuesto ¿Con qué frecuencia se puede utilizar un Irrigador Bucal?
Elimina las placas bacterianas

Desde el mismo momento de nuestro nacimiento, los microorganismo comienzan a apoderarse de nuestro cuerpo, éstos nos acompañarán durante toda nuestra vida. Manteniendo un equilibrio adecuado, es bueno tenerlas, pero cuando se descontrolan, comenzamos a tener un problema.
Llamamos placa bacteriana al conjunto de bacterias que se unen sobre la superficie de los dientes. Éstas pueden ser de distintas especies y atendiendo a la especie dominante, tendrá unas consecuencias u otras.
- La caries se produce por la acumulación de un tipo de bacterias que se nutren de azúcares, la placa procedente de esta bacteria es el resultado de la metabolización de los azúcares para crear ácido láctico, que es el que provoca la aparición de la caries.
- Enfermedad Periodontal: Cuando el tipo de bacteria dominante son las que obtienen de la metabolización del azúcar, sustancias básicas. Estas sustancias son las que provocan la inflamación de las encías y la destrucción de los tejidos que rodea y sostiene los dientes (periodonto), lo que se conoce como Enfermedad Periodontal.
- Placa: La placa se produce cuando el número de bacterias es bajo, impidiendo la agrupación de aquellas que son de la misma especie. Al no poder agruparse, son incapaces de metabolizar las sustancias básicas o ácidos, simplemente aparecerán manchas en los dientes.
La utilización de un irrigador bucal conseguirá arrancar las bacterias, evitando que se agrupen y así provoque la creación de placa o sarro y claro está evitando la aparición de caries.
Previene enfermedades
Diferentes estudios odontológicos han concluido establecer estrechos vínculos entre dolencias cardíacas y la aparición de la enfermedad de las encías.
El problema reside en que estas bacterias entren en contacto con el torrente sanguíneo. La acumulación de bacterias puede provocar coágulos, con un coágulo, la sangre no puede llegar bien al corazón lo que implica que el corazón aumenta su ritmo y por lo tanto la presión arterial, llegando incluso a provocar derrames, ictus, infartos, subida de tensión, etc.
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