El paso del tiempo es inevitable y a medida que envejecemos, los productos que nuestra piel precisa para estar siempre deslumbrante, también cambian.
No son los mismos cosméticos que usabas 20 años atrás, los que ahora te servirán para seguir viéndote bien y con un rostro de aspecto joven.
En esta etapa, lo que toca es potenciar los niveles de colágeno y elastina de la dermis, para mantener el cutis terso, hidratado y sano.
A partir de los 25 años, la producción de ambas proteínas se ralentiza, llegando a generar niveles tan bajos, que se necesita un refuerzo extra para estimular la producción.
Una buena rutina del cuidado de la tez específica para los 40 años servirá para impedir un envejecimiento celular asociado y será una gran baza para evitar la aparición de las arrugas y líneas de expresión, además de reducir su apariencia.
¿Te sientes identificada? ¡Pues vamos a ello!
No te pierdas las claves antienvejecimiento más factibles, en nuestra pequeña guía del cuidado de la tez orientada a los 40, a continuación.
Lo tienes que probar: Las mejores cremas antiarrugas para mujeres de 40 años
Índice del artículo
Rutina facial de la piel a los 40 años: día
Limpieza de cutis
Si creías que solo había que usar el limpiador antes de ir a dormir, estás muy equivocada.
Limpiar el rostro, para eliminar la suciedad y cualquier residuo que se haya adherido en la piel durante la noche, es vital para que no aparezcan condiciones indeseadas, como puntos negros, granitos, etc.
Para ello, deberás usar un producto suave y apropiado para tu tipo de cutis.
Un limpiador que no sea demasiado fuerte y que preserve los aceites esenciales naturales que la epidermis produce, será lo más adecuado para mantener el rostro terso y nutrido.
Y en caso de que poseas una dermis muy seca, una leche limpiadora o una crema sin aclarado, te ayudarán a otorgarle la nutrición e hidratación que necesita.
Sérum
La luminosidad y la hidratación son dos de los factores que más disminuyen a los 40 años, ya que el organismo genera la mitad de cuando tenías 20 menos.
Por su parte, el ácido hialurónico tiene la capacidad de retener hasta 1000 veces su peso en agua.
Los antioxidantes se encargan de combatir los radicales libres, pues en esta etapa, el tejido celular dérmico también genera menos sebo, exponiéndose a la contaminación, los rayos solares y otras agresiones ambientales.
Y la vitamina C, promueve la producción del colágeno y la elastina, aparte de hacer que la piel recupere su brillo natural.
Por todo esto, un sérum es muy valioso y si en conjunto con estas propiedades, contiene un peso molecular correcto y un nivel de PH óptimo, todavía mejor para tu tez.
Crema de día
El sérum nos aporta un cóctel muy funcional de activos importantes que son indispensables para obtener la gran mayoría de beneficios.
Sin embargo, es necesario utilizar después una buena crema facial para sellar todas esas propiedades y maximizar los resultados.
Lo ideal es una fórmula rica en ingredientes hidratantes, emolientes y humectantes, a poder ser con glicerina y ácido hialurónico.
Se aconseja aplicarlo siempre antes del protector solar, para suavizar y nutrir la dermis.
Te puede servir ese ayuda: Cómo hacer una crema antiarrugas casera
Protector solar
Todos los días, pese a estar nublado, lloviendo o con independencia de si sale el sol o no, hay que usar un protector solar para impedir el envejecimiento prematuro causado por los rayos UV.
No importa que la crema facial pueda llevar SPF, porque por lo general, nunca alcanzan el SPF30, que es el mínimo que recomiendan los expertos para proteger la dermis de las arrugas y las manchas, así como otras patologías, como el cáncer de piel, etc.
Y si vas a estar al aire libre, lo idóneo es aplicarlo cada 2 horas.
Más info: La mejor rutina de cuidado de la piel a los 50 años
Rutina facial de la piel a los 40 años: noche
Limpieza del rostro
Generalmente, a medida que nuestra tez envejece, se torna más fina, seca y sensible.
Por lo tanto, un limpiador elaborado a base de aceite puede ser el más válido, porque no solo son muy suaves, sino que pueden servir como un desmaquillante muy útil para arrastrar todo tipo de pigmento facial.
Tras el aceite, puedes emplear un agua micelar para terminar de suprimir los restos de maquillaje o si lo prefieres, el limpiador de la mañana.
No obstante, ¡ojo! Ya que, si tu cutis tiende a ser mixto o graso, el aceite puede taponar tus poros o empeorar tu condición, engrasando la tez más de la cuenta.
Así que, en ese caso, evita este tipo de limpiadores y opta por otros más frescos, exentos de ingredientes aceitosos.
Exfoliación
Como ya hemos mencionado en el punto anterior, a partir de los 40 años, la piel adelgaza y se vuelve más delicada, por eso deberemos evitar los exfoliantes demasiado abrasivos.
De lo contrario, no solo pueden causar sensibilidad cutánea, sino otras afecciones muy negativas que son alarmantemente difíciles de restablecer.
Puedes hacerlo con un producto exfoliante mecánico o uno enzimático, pero bajo ningún punto optes por uno químico si tu dermis es muy seca o sensible, pues poseen componentes agresivos que podrían perjudicar tu tez.
Con 1 o 2 exfoliaciones a la semana, sin exceder de ahí, será más que suficiente para promover el riego sanguíneo, transportando así más oxígeno y nutrientes a las células de las fibras dérmicas, aumentando el brillo del rostro.
Sérum antiedad
Por la noche, la piel efectúa una renovación celular y los sérums antienvejecimiento son exitosos por ser “el milagro” para levantarnos con buena cara, es decir, sin denotar fatiga o cansancio desmesurado.
Aunque no solo por esta razón, ya que es un aliado para mantener lejos de nuestro rostro a las arrugas y líneas de expresión propias de esta edad, que nos pueden incluso hacer aparentar más años de los que en realidad tenemos.
Algunos de los ingredientes más eficaces en este ámbito son el ácido glicólico, el salicílico y el retinol.
Con este último, hay que tener cuidado, pues a pesar de ser maravilloso combatiendo los signos del paso del tiempo, asimismo puede crear problemas dérmicos, como una intolerancia al Retinol.
Si nunca has usado productos con este compuesto, es mejor comenzar con un porcentaje bajo, de 0,3% por ejemplo, y usarlo solo 1 o 2 veces a la semana e ir aumentando las aplicaciones de manera gradual.
Crema de noche
Una buena crema con una fórmula enriquecida con colágeno hidrolizado será el último paso de nuestra rutina diaria del cuidado de la tez a los 40.
Reducirá la flacidez y será una gran ayuda a la hora de disminuir la pérdida del colágeno y la elastina.
A la par, es importante que esté repleta de agentes hidratantes y nutritivos, para estimular el proceso nocturno de reparación celular y retrasar la pérdida de la capacidad de las células para dividirse.
Si lo deseas, puedes aplicarla mediante un suave masaje con las yemas de los dedos, que acelerará la actividad del sistema linfático, mejorando la circulación sanguínea y reduciendo así la hinchazón de las mejillas y del contorno de los ojos.
Una ayudita: Cómo eliminar las arrugas del entrecejo
¿Qué te ha parecido nuestra guía de cuidados del cutis a esta edad? ¿Son los hábitos que sueles adoptar? ¿O hay algunos pasos que te saltas?
Si la respuesta a esta última pregunta es SÍ, procura seguir todos los puntos de este artículo, para así llevar una óptima rutina de cuidado de la piel a los 40 años y lucir siempre un rostro deslumbrante.
¿Qué es lo que piensas?