Los cambios brusco de peso son fatales para la piel, ya que la estiran y rompen debido a que no le da tiempo a adaptarse.
Si es tu caso y acabas de adelgazar varios kilos de golpe -ya sea por una dieta restrictiva, un cambio de rutina o alguna enfermedad- es posible que hayas notado cómo tu dermis ha perdido firmeza. Para ayudarte a que recupere un estado óptimo, te traigo una serie de consejos.
De entrada, es importante que mantengas la calma y seas optimista: hay soluciones para tu problema. Pero siempre tienes que tener paciencia y ser constante, elijas un método u otro.
Además, no te preocupes por eso, porque hay distintos métodos y seguro que encuentres uno ideal para ti y tus necesidades.
Así que si quieres saber cuáles son los mejores métodos para poner fin a la flacidez de la piel después de haber reducido tu peso drásticamente, solo tienes que seguir leyendo ¡y tomar buena nota de estas pautas!
Índice del artículo
Por qué se produce esta flacidez
La mejor manera de vencer es conocer primero a tu enemigo. Por eso, vamos a estudiar primero brevemente por qué se produce este problema, ya que solo así vas a poder ponerle freno y evitar que vuelva a producirse.
Como ya he mencionado brevemente, cuando la piel se estira de manera brusca e imprevista -como sucede en casos como el embarazo, la adolescencia o los cambios de peso- no le da tiempo a adaptarse a la nueva situación.
Por eso, se expande hasta romperse, quedando trozos colgantes ocasionados por culpa de esta falta de elasticidad.
El problema es que es complicado revertir esta situación. Como con cualquier tipo de herida, requiere cuidarse y tiempo para que la dermis dañada sane. Pero también hay medidas que conviene que tomes.
Por ejemplo, es importante que intentes hacer que aumenten los niveles de colágeno, que es la proteína encargada de mantener en buen estado los tejidos conectivos y, por tanto, el de la piel.
Esto puedes hacerlo a través de la alimentación, el ejercicio y la cosmética, aunque lo mejor es que combines todas las técnicas.
De todas formas, ahora vamos a profundizar en todas estas maneras de mejorarlos, para que te resulte más sencillo conseguir tu objetivo.
Una dieta sana: la clave de una piel tersa
Sí, tener una buena alimentación es imprescindible hasta para lucir una piel sana y bonita. Por algo se dice que somo lo que comemos, y es que es esencial aportar a nuestro organismo el material que necesita para mantenerse en buen estado.
En ese sentido, lo primero es que debes hidratarte de manera constante. Bebe agua aunque no tengas sed e intenta ingerir alrededor de 2l al día, ya sea de manera natural o a través de infusiones. Sin embargo, te conviene evitar las bebidas con gas o azucaradas, ya que no son sanas.
Respecto a lo que conviene ingerir, sobre todo debes buscar alimentos que te aporten vitamina C y E, que son las que ayudan a regenerar la piel.
La primera puedes encontrarla sobre todo en frutas y verduras, especialmente en cítricos (¡pero no olvides que es mejor comerse la naranja a hacerse un zumo!), mientras que la segunda se encuentra en aceites vegetales, cereales integrales y verduras de hoja verde.
También aumenta aquellos que ayudan a la sintetización de colágeno y elastina. En este grupo encontramos sobre todo alimentos de origen animal, como el salmón o el pollo, el embutido y las carnes rojas.
La alternativa vegetariana pasaría por la soja y frutos secos como las nueces, pero también conviene ingerir la rúcula, la col y las alubias.
De todas formas, intenta llevar una dieta variada y saludable, en la que haya una gran diversidad de frutas y verduras, pero también de legumbres y proteínas (las encontramos en los huevos, la soja, las legumbres, las carnes y los cereales), que son indispensables para reafirmar los músculos.
También conviene consumir solo grasas saludables y olvidarse de la bollería industrial, del abuso de sal y del alcohol, que, entre otras cosas, fomentan la deshidratación.
Ejercicios sencillos: fortalece y tonifica tu cuerpo
Por supuesto, otro factor importante es mantener el cuerpo activo y evitar el sedentarismo en la medida de lo posible. Solo de esta manera conseguirás unos buenos resultados y efectos rápidos en tu cuerpo.
En esa línea, hay que buscar ejercicios que te permitan tonificar el organismo para reducir la piel colgante en esas zonas.
Así que primero localiza qué lugares quieres trabajar, para poder realizar ejercicios que hagan énfasis en esos lugares concretas.
De todas formas, los puntos más comunes de flacidez son el abdomen, los brazos y el tren inferior, especialmente los glúteos.
Ni siquiera tienes que salir de casa para hacerlo, pues hay multitud de tablas de ejercicios que puedes encontrar online y hacer en tu propio salón.
Por ejemplo, los abdominales son ideales para un vientre plano, mientras que las sentadillas te ayudarán a tener unos glúteos fuertes.
Ojo, no olvides que debes complementarlo con algo de cardio en tu rutina, ya sea bicicleta estática o incluso zumba.
Si tu entrenamiento no incluye ejercicios que ayuden a quemar grasas y evitar que se sigan almacenando, no servirá de mucho lo demás. Tampoco está de más trabajar con pesas, ya que así podrás tonificar mejor.
Por tanto, intenta dedicar al menos media hora al cardio y un mínimo de 10 minutos al resto -ve aumentando la intensidad a medida que progresas- los días que hagas ejercicios, e intenta realizar entre 4 y 6 sesiones a la semana.
Los productos cosméticos: la clave de una buena hidratación
Más allá de todo esto, no debes olvidarte de hidratar la piel a diario, para que mantenga la elasticidad y recupere un estado óptimo.
Tampoco vas a dar con un producto milagroso, aunque está bien que la cuides y, si es con el mejor producto reafirmante, mejor.
Puedes buscar una serie de componentes en su fórmula, que son beneficios para estos casos. Por ejemplo, puedes probar con el aloe vera, ya que contiene múltiples propiedades que ayudan a la piel, desde ser cicatrizante hasta ser un poderoso humectante.
Además, no te olvides del colágeno, que favorece la regeneración celular y devuelve la elasticidad perdida.
Del mismo modo, el ácido hialurónico le aporta la humedad que necesite, protegiéndola a su vez de los factores externos.
Como complementos, es importante la vitamina C -que estimula la propia producción del organismo de colágeno y elastina- y la E, que junto a la cafeína ayuda con sus grandes efectos antioxidantes.
Además, los extractos de algas te sirven para acabar con la grasa acumulada, al igual que la carnitina, un poderoso reductor natural.
En cualquier caso, debes utilizar la crema que elijas todos los días, una vez por la mañana y otra por la noche (salvo que las especificaciones del producto indique otra cosa) y extenderlas realizando masajes circulares y realizando algo de presión, para que se extienda por toda la superficie de la piel y se absorba mejor.
Otro detalle importante es exfoliar tu dermis una vez a la semana, ya que de esta manera acabas con la piel muerta y fomentas que se regenere la dermis, que siempre viene bien para que recupere la elasticidad.
Otros métodos alternativos
Si tu caso es especialmente complicado o buscas resultados más rápidos y radicales, siempre te queda la opción de acudir a métodos más abrasivos e incluso el llegar a pasar por quirófano, aunque esta decisión siempre debe haber sido estudiada con calma previamente.
En este sentido, además de una operación de eliminación del exceso de piel, puedes apostar por la electroestimulación o las micro-inyecciones, que requieren menos tiempo de recuperación y no son tan invasivos como otras alternativas.
Además, estos métodos tampoco son aptos para todo el mundo, por lo que es esencial que antes consultes con un especialista, que es quién te podrá aconsejar qué es lo que más te conviene.
En resumen: cuídate y sé paciente
Ya para terminar, solo me queda recalcar una vez más la importancia de ser constante a la hora de conseguir reducir la flacidez. La única manera de conseguir objetivos visibles y duraderos es aplicando estos métodos de manera diaria.
Por supuesto, no sucede nada si de vez en cuando te saltas la dieta y te comes un helado o te bebes una cerveza, ni si hay algún día que no puedes realizar ningún tipo de ejercicio, o incluso si se te olvida echarte tu crema hidratante.
Pero solo si logras establecer una rutina es como conseguirás devolverle el buen estado a tu dermis.
En el futuro, evita las dietas restrictivas para perder peso y cuídate.
Si tienes paciencia, seguro que consigues resultados visibles y logras reafirmar la piel y tener el fin el cuerpo que soñabas. Así que… ¡mucho ánimo!
¿Qué es lo que piensas?