A todas nos gusta lucir una piel perfecta, sana y suave, y para eso hay que hidratar el cuerpo a consciencia.
Pero no basta con aplicarnos una crema o aceite corporal de vez en cuando, hay muchos factores que hay que tener en cuenta para proporcionarle la hidratación que necesita.
Especialmente, a sabiendas de que al igual que ocurre con el colágeno y la elastina, los niveles de agua del cuerpo disminuyen conforme vamos cumpliendo edad.
De hecho, del 15% al 20% de la totalidad de agua de nuestro organismo, se halla precisamente en el tejido celular dérmico.
Y seamos sinceras, a nadie le gusta una epidermis reseca, que se escama con facilidad, áspera y tirante que incluso puede llegar a empeorar, con la llegada de manchas pigmentarias, pequeñas lesiones o heridas, además de las indeseadas estrías, que tanto cuestan de lidiar.
Sin embargo, a diferencia de lo que puedas llegar a pensar, obtener una piel firme, elástica, sana y, en definitiva, en óptimas condiciones, no es difícil de conseguir.
Quédate y descubre las mejores claves para hidratar la piel del cuerpo, a continuación.
Índice del artículo
¿Por qué se deshidrata la piel del cuerpo?
La deshidratación en la dermis es un problema común, que afecta a todo tipo de condiciones, ya que incluso las más grasas pueden deshidratarse en ciertos periodos de tiempo o en determinadas épocas.
Por eso, hay que ser conocedores de que no se trata de una afección exclusiva de las pieles con tendencia seca, pues, aunque las anteriores posean un exceso de lípidos, pueden estar faltas de agua igualmente.
Existen varias razones para dicha carencia de hidratación, pero las más habituales son:
- El aporte insuficiente de agua al organismo
- Las temperaturas extremas
- Enfermedades que conlleven una pérdida considerable de agua como los vómitos o la diarrea
- Desajustes dérmicos debidos a una falta de vitaminas o a niveles altos de fatiga
- El uso de cosméticos o productos contraproducentes
- Los malos hábitos como son el tabaco y el alcohol
Descubre: Cómo prevenir y tratar los codos secos
Hidrata tu piel mediante estos consejos
En la introducción, hemos hablado de tantos por ciento y hemos mencionado que a medida que cumplimos años, también lo hace irremediablemente nuestra piel.
Esto se da a raíz de una disminución de la capacidad epidérmica para retener el agua en su interior, que va menguando con el tiempo y por eso, las personas muy mayores suelen sufrir de sequedad.
Según los especialistas, a partir de un 10% hacia abajo, se considera que una dermis está falta de hidratación.
Pero, por suerte, la batalla no está del todo perdida, porque podemos revertir la resequedad y poseer una piel de tacto aterciopelado y saludable, siguiendo los siguientes puntos:
Usa aceites corporales
Los aceites corporales son la baza más apropiada para combatir la sequedad y poseer una dermis hidratada.
A la par, también proporcionan nutrición y si el producto en cuestión contiene propiedades antioxidantes, regenerantes y que contribuyan a un retraso del envejecimiento prematuro de la piel, todavía mejor.
Para aprovechar sus beneficios en todo su esplendor, lo ideal es aplicarlo a diario, tras salir de la ducha, cuando el cuerpo aún está húmedo.
No solo podrás trabajarlo más fácilmente, sino que, al estar los poros abiertos, el aceite corporal penetrará sin problemas, llegando hasta lo más profundo de las capas dérmicas y sellando el agua para que perdure por más tiempo.
Asimismo, dejarás la piel lista y a punto para recibir los cosméticos que apliques a posteriori, que absorberá los activos más favorablemente, cosa que se nota en los resultados.
Ahora bien, siempre se recomienda adquirir una formulación lo más natural posible y exenta de ingredientes dañinos o que puedan provocar alergias.
Si todavía no sabes cuál elegir, en la lista de los mejores aceites corporales puede que encuentres el que mejor se adapte a tus necesidades.
O si lo prefieres, también puedes aprender a elaborar tu propio aceite casero.
Bebe agua y vigila tu alimentación
En efecto, beber agua es otro de los factores clave para no deshidratarse.
Los expertos aconsejan beber de un litro y medio a dos de agua al día, repartidos durante toda la jornada.
En dichas cantidades también entran las infusiones o los tés, así como los zumos naturales no azucarados.
No obstante, debe complementarse con una alimentación equilibrada, rica en frutas y verduras, que aportan agua y multitud de vitaminas.
La fibra insoluble y las comidas enriquecidas con ácidos grasos Omega 3, 6 y 9 son esenciales para preservar la hidratación en la piel y regular las funciones del organismo.
Y no nos olvidemos de los betacarotenos, flavonoides, proteínas y los minerales como el calcio y el hierro, que promueven el nacimiento de nuevas células y mantienen la nutrición en todo el cuerpo en general.
¿Conoces el aceite seco? Aquí te hablamos de él.
Di adiós a los malos hábitos
El tabaco y el alcohol son dos vicios que son muy negativos, porque no solo agravan el estado de la dermis, sino también la de la salud general del organismo.
Por un lado, provocan la desoxigenación sanguínea y la reducción del colágeno y por otro, un porcentaje menor de vitamina A, que contribuyen al envejecimiento prematuro de la piel.
Así que ya lo sabes, si quieres que tu cuerpo aparente salud y se aprecie deslumbrante, además de joven, destierra estos hábitos contraproducentes de tu vida.
Protege la piel del sol
Es cierto que las dosis de Vitamina D del sol son positivas, pero solo si no se abusa.
Me explico, hay que tener cuidado con los rayos solares porque es uno de los mayores causantes de la pérdida de agua y de resecar la dermis.
Y una sobreexposición, aparte de ser muy dañina por provocar manchas, quemaduras u otras dolencias peores, degenera la producción del colágeno y la elastina.
Por eso, si quieres tomar el sol, hazlo siempre protegiéndola con un protector solar que al menos posea un SPF50.
No olvides aplicártelo media hora antes de la exposición y repetirla cada 2 horas.
Evita el intenso sol del mediodía y no te dejas engañar por los días nublados, toma medidas de todas formas, ya que la radiación ultravioleta está ahí, aunque no se aprecie a simple vista.
Adopta buenos hábitos de higiene
¿A quién no le gustan los baños con agua caliente? Se ha demostrado que reconfortan y es una forma de relajarse y desconectar.
Sin embargo, son el detonante de la sequedad cutánea, al evaporar la humedad que la dermis retiene en su interior, así como provocar afecciones más graves, como la urticaria acuagénica.
Si substituyes los largos baños calientes, por duchas cortas de no más de 10 o 15 minutos con agua atemperada o fría, velarás por tu piel y del mismo modo, ahorrarás agua e inclusive puede ayudarte con los resfriados.
¡Ah! Y recuerda usar jabones o geles de baño lo más seguro y cuidadosos posible, a poder ser aptos para tu tipo de dermis y con un pH neutro para que no la dañe.
Procura tener un sueño de calidad
Durante la noche, el tejido celular dérmico lleva a cabo su proceso de regeneración y en él también se incluye la generación del venerado colágeno.
Pero si el sueño se ve interrumpido, no es suficiente o la calidad del letargo es pésima, la actividad de la barrera lipídica y de las mucosas se frena, dando paso a la deshidratación.
Intenta dormir las 8 horas recomendadas diarias, a poder ser del tirón y descansar bien, para favorecer que tu cuerpo no solo posea una piel hidratada, sino que goce de buena salud.
Los secretos para hidratar la piel del cuerpo son tan sencillos, que hasta un niño podría aprenderlos. Lo tienes claro, ¿no?
¿Qué es lo que piensas?