¿Te gustaría aprender a preparar una crema de aloe vera casera? En caso afirmativo ¡Debes quedarte!
El secreto mejor guardado de las famosas faraonas egipcias de antaño lleva bastante tiempo desvelado, ya que, por suerte, conocemos muchos de los beneficios que la denominada como “la planta de la inmortalidad” nos brinda, especialmente a modo de tratamiento de belleza para el rostro y el cuerpo.
Pues realmente, cuenta con propiedades muy atractivas, desde su acción antiarrugas, astringente, hidratante, nutritiva, hasta sus bondades cicatrizantes, antiestrías, suavizantes y regeneradoras.
Aunque sus lucros no se limitan ahí, van más allá, puesto que también es exitosa retrasando el envejecimiento prematuro de la piel, es decir, actuando como un activo antiedad genuino, además de aportar brillo y unificar el tono.
Por si fuera poco, sana el cabello dañado, restableciendo la estructura capilar de la raíz a las puntas, frenando la pérdida del pelo, así como la indeseada caspa.
Si tienes una planta de aloe vera en casa, ya tienes el principal ingrediente de nuestra crema casera 3 en 1.
En caso contrario, no te apures, porque existe una alternativa de la casa Nezeni con compuestos cien por cien naturales que, seguro que no te va a dejar indiferente si la pruebas y que conocerás al final del artículo.
De hecho, estoy hablando de mi cosmético facial preferido, pero no avancemos acontecimientos y centrémonos en explicar cómo preparar nuestra pomada de sábila en casa, a continuación.
Índice del artículo
Receta casera: crema de aloe vera
Deberás seguir las instrucciones, del mismo modo que se hace con una receta de cocina y proveerte de lo siguiente:
Utensilios necesarios
- Cuchara o espátula de madera
- Tarro de vidrio opaco con tapón
Ingredientes requeridos
- Gel puro de aloe vera
- Aceite de almendras dulces
- Aceite esencial (al gusto)
Datos a tener en cuenta antes de realizar el cosmético
Antes de nada, habrá que prestar especial atención a ciertos consejos que vale la pena saber.
No te impacientes y no te los saltes.
Léelos con detenimiento y respétalos para crear tu crema, sin ningún riesgo:
Necesitarás extraer el jugo puro de la planta del aloe vera, es decir, la sustancia gelatinosa que se encuentra dentro de las hojas.
Pero primero, es imprescindible desintoxicarlas, eliminando el líquido tóxico llamado aloína.
Para ello, dichas hojas deberán estar sumergidas, durante un mínimo de 24 horas y deberás ir cambiando el agua cada 3 a 4 horas.
Una vez haya pasado el tiempo, podrás partirlas por la mitad y sacar el preciado jugo natural.
El tarro de cristal también requiere de una esterilización, podrás realizarla fácilmente metiéndolo en agua hirviendo durante unos 10 minutos, siguiendo el mismo procedimiento del baño maría.
Cerciórate de que el cierre sea hermético para preservar la fórmula en óptimas condiciones y no haya peligro de contaminación.
Lo más viable es que el frasco sea de un vidrio opaco, para evitar que la luz deteriore los activos antes de tiempo, pero de ser transparente, deberás guardarlo en un lugar oscuro, fresco y seco.
El aceite esencial juega un papel importante dentro de la elaboración, porque determinará el aroma del producto, así que procura escoger uno que sea de tu agrado.
Puedes añadir solo una variedad o mezclar esencias, todo depende de tus gustos.
Lo único de lo que deberás fijarte muy bien, es en la cantidad de gotas que usas, pues un exceso puede provocar reacciones contraproducentes e irritar la dermis.
Por lo tanto, añade de 2 a 5 gotas como máximo por cada 15 ml de aceite base, que en esta receta es el de almendras dulces.
Elaboración paso a paso
¿Te han quedado claros los anteriores puntos? ¿Tienes todos los ingredientes? Ahora sí que sí, manos a la obra:
- Pon a calentar una cantidad de agua proporcionada con el porcentaje de gel puro de aloe vera que tengas y cuando hierva, añádelo y remueve con la cuchara.
- Cuando lleves un rato mezclando y todo se haya unido en una misma masa uniforme, agrega el aceite de almendras dulces y las esencias, sin dejar de remover enérgicamente para que se integren bien.
- Tras un rato mezclando y con la pasta ya homogénea, retírala del fuego y deja que se enfríe.
- Cuando se haya enfriado del todo, mete la crema de aloe vera en el bote de cristal con la ayuda de la cuchara.
¿Qué usos puedes darle a la crema de aloe vera casera?
Tal y como indicamos en la introducción, estamos ante una formulación natural 3 en 1 porque se puede usar en la cara, en el cuerpo y en el cabello:
- A modo facial. Aplicándote este elixir de sábila dos veces al día, una por la mañana y otra por la noche, pronto apreciarás tu cutis más hidratado, suave y libre de imperfecciones. Incluso algunas arrugas desaparecerán como te explicamos en este enlace.
- Corporal. Si la aplicas también dos veces a diario, especialmente tras salir de la ducha, podrás proporcionarle un plus de hidratación a tu piel, a la vez que previenes y eliminas las posibles manchas pigmentarias y el envejecimiento prematuro. Otra utilidad para la que es ideal esta preparación casera es a modo de aftersun, para calmar la epidermis e hidratarla en profundidad.
- Capilar. Como hemos mencionado más arriba, el aloe vera también es magnífico para el pelo, por lo tanto, podrás reforzarlo, suavizarlo y darle resistencia con este cosmético casero. Asimismo, podrás aprovechar todos los lucros que concede para el cabello, aplicándolo de la raíz a las puntas y dejando que actúe durante una media hora. Pasado el tiempo, solo debes enjuagar con abundante agua. Si realizas el proceso al menos una vez por semana, pronto notarás sus positivos efectos y podrás presumir de cabellera.
Conoce: Cómo puede ayudarte el aloe vera para el acné
Advertencias y contraindicaciones
No lleves a cabo esta receta, sin haber regado la planta al menos durante 5 días consecutivos.
Así te aseguras de que está en su mejor estado y que la crema dispondrá de todos los activos en concentraciones muy potentes, para maximizar los resultados.
Es vital que antes de hacerlo, desintoxiques las hojas, tal y como te enseño en apartados anteriores.
Estamos ante una elaboración casera que aparentemente es apta para todo tipo de pieles, no obstante, puede provocar reacciones alérgicas, por tratarse de un producto totalmente natural y sin manipulaciones externas. (especialmente para las personas que nunca han usado productos de aloe vera)
El peligro es mínimo, pero aun así, vale la pena cerciorarse de que no va a comportar efectos adversos en nuestro cuerpo, probando un poco de la sustancia en la muñeca.
Si no somos hipersensibles a la sábila, no aparecerá nada anormal en la zona, dentro de un rango de 48 horas aproximadas.
De lo contrario, habrá que acudir de inmediato al dermatólogo o médico de cabecera para que estudie el caso.
Si no tienes una planta de aloe vera en casa, te animo a que barajes la idea de cultivar una, pues no requiere ningunos cuidados extra que no sean los propios de cualquier otra planta.
Además, es un arbusto que no tiene complicaciones a la hora de adaptarse a cualquier clima.
Pero si prefieres ir a lo seguro o no tienes ninguna planta en casa, te recomiendo que pruebes mis cremas con aloe vera preferidas.
¿Qué te ha parecido nuestra receta de hoy? ¿Te atreves a crear tu crema de aloe vera casera o te decantas más por probar una comercial como mi preferida, la de Nezeni?
¿Qué es lo que piensas?